Apuntes:
Investigación Científica y Derechos de los Animales
Sergio E. Recabarren M.
Laboratorio de Fisiología y Endocrinología Animal
Facultad de Medicina Veterinaria
Departamento de Ciencias Pecuarias
Universidad de Concepción - Campus Chillán
Aunque estos ejemplos se refieren fundamentalmente a la percepción de que se está ejerciendo crueldad a los animales, más adelante puede perfectamente seguirse la misma línea de pensamiento y suponer que también con la experimentación se está ejerciendo crueldad. Encuestas de opinión pública de otros países, ya que en Chile no se han hecho, permiten visualizar como las opiniones del público van cambiando con el tiempo y con la cultura. El ciudadano americano medio considera más aceptable el uso de ratas que de perros. Aquellos individuos que se criaron en granjas tienen una opinión más favorable a que los animales pueden ser usados en experimentación mientras que los que viven en ciudades y que tienen mascotas tienden a expresar mas simpatía por los animales. Otro aspecto interesante es el sexo o mejor dicho, el género de los opinantes para usar un término más moderno. En todos los países estudiados, las mujeres son mas proderechos de los animales y antiviviseccionistas. Esto se correlaciona con el hecho que 75% de los militantes de los movimientos proderechos de los animales en Estados Unidos son mujeres. Por otro lado se ha determinado que la mayor parte de los participantes en los movimientos proderechos son vegetarianos, y muchos son veganos, es decir, personas que no comen ni usan ningún producto de origen animal.
El soporte público de la experimentación animal ha bajado de un 63% en 1985 a un 53% en 1995. Esto se concluye en base a la pregunta que se formuló sobre si están de acuerdo en que "a los científicos debiera permitírseles hacer investigación que causa dolor y heridas en animales como perros y chimpancés si es que produce información acerca de problemas de salud humanos". Es probable que esta disminución sea consecuencia de la fuerte presión ejercidas por los grupos y movimientos de protección de los derechos de los animales a través de los medios de comunicación, y que ha llevado a muchas personas, sin un claro conocimiento acerca de la metodología de la ciencia, a cambiar de actitud, frente a un hecho que a ellos les parecía justificable anteriormente.
Mi presentación quisiera dividirla en dos partes: en la primera voy a introducir brevemente el desarrollo histórico filosófico del interés por el bienestar de los animales por parte de la sociedad. Aquí me referiré fundamentalmente a la trascendencia de los animales como seres vivos y no solo como sujetos de experimentación científica. En la segunda me dedicaré a destacar el profundo interés de los científicos en resguardar los aspectos morales y éticos de la experimentación y de la docencia que involucra a los animales.
Si uno revisa la Biblia, es clara la posición de los animales en el orden natural: Según el libro del Génesis, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y dijo: "tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal viviente que se mueve sobre la tierra", es decir, colocó a los animales bajo el dominio del hombre. Desde el punto de vista religioso, se podría decir que el hombre es diferente a los animales. Es probable entonces que la religión haya contribuido muy poco a la discusión de este tema sobre los derechos de los animales y explique en parte que en las encuestas realizadas en Estados Unidos, aquellos grupos que están más dispuestos a aceptar el uso de animales en la investigación sean los clérigos. La mayor contribución a la discusión proviene más bien de la filosofía y de la ciencia.
La filosofía plantea la pregunta sobre si la moral de los hombres se puede extender a los animales: ¿los derechos de los hombres son similares a los derechos de los animales? Esta interrogante no es nueva. Ya en 1780 un filósofo inglés se preguntaba que línea insuperable impedía extender la moral humana a los animales. Su posición era que no era cuestionable si los animales razonan o hablan sino que lo fundamental era si sufren o no.
Este razonamiento fue re-introducido por Singer en 1970, quien es considerado el fundador del movimiento por el derecho de los animales. De acuerdo a Singer, el resultado final de todo proceso debería estar balanceado por el sufrimiento causado. En este contexto el no discrimina entre animales o humanos. Aunque el y otros pensadores en esta misma línea, confieren un mayor valor a la vida humana, por ejemplo entre salvar a un animal o un humano no hay duda al respecto, la duda debe plantearse en el momento de medir el dolor posible de inferir. Si uno no es capaz de infligir dolor a un niño severamente discapacitado, en pro de un resultado o interés cualquiera, tampoco debería hacerlo en un animal. De allí que una característica básica de los movimientos de derechos de los animales es la preocupación por el sufrimiento animal sin importar si el sufrimiento es producto de crueldad o no. Esto es importante de destacar ya que en estos casos no se hace una distinción entre una situación que podría ser socialmente justificable o no. Es decir, no se trata de una visión meramente de bondad o de buenos deseos sino que más bien de justicia y moral en el que las obligaciones morales hacia los animales son una consecuencia de las obligaciones morales de la sociedad por las personas. Desde este punto de vista, algunos movimientos, en especial aquellos más radicalizados, se oponen incluso a la producción animal, en especial con animales en confinamiento, como los vacunos, cerdos y aves, ya que según sus argumentos, los beneficios económicos no pueden ser obtenidos a expensas de los animales.
El dilema es entonces si es posible extender la moral humana a los animales ya que esta claro que no razonan o hablan, y si es moralmente aceptable usar animales en la experimentación científica y en la educación de los estudiantes. Es difícil lograr una respuesta definitiva, y en consecuencia, es probable que en la mayoría de los casos se busque llegar a una posición intermedia. Yo diría que la mayor parte de los científicos busca una posición que, aunque no elimine por completo la experimentación con los animales buscando el beneficio del progreso de la humanidad, mantiene presente que, en los casos en que no haya otra alternativa, el animal debe ser respetado en su condición de tal sin provocarle dolor y sufrimiento. Debemos tener presente que la mayor causa de preocupación de los movimientos pro derechos de los animales es el supuesto trato inhumano que se le daría a los animales, con provocación de sufrimiento y dolor.
Charles Darwin al proponer la teoría de la evolución proveyó de un raciocinio científico para el uso de los animales para aprender acerca de los humanos. Incluso Darwin escribió en 1881: "Se que no es posible que la fisiología pueda progresar sin la experimentación en animales vivos y tengo la más profunda convicción que aquel que retarda el progreso de la fisiología comete un crimen contra la humanidad".
Esta afirmación de Darwin no ha perdido actualidad. La investigación científica es beneficiosa tanto a los humanos como a los animales, y algunas preguntas e hipótesis solo se pueden contestar a través de los estudios en los animales. Es indudable que algunas respuestas a las interrogantes se pueden obtener a través de cultivos celulares o de tejidos, o con el uso de simulaciones en computadores. De hecho, gran parte de las investigaciones ocupan estas herramientas, pero para estudiar como el organismo responde como un todo, es necesario usar el organismo total y eso solo se puede hacer recurriendo a la investigación en animales. Como subproductos de la investigación básica o fundamental, los científicos han desarrollado un número de métodos de investigación valiosos que no implican el uso de animales. Pero esos métodos son útiles solo en algunos aspectos del avance científico o complementan el obtenido en animales, pero no lo pueden reemplazar. No se debe perder de vista también que la formación de los estudiantes y en particular de los estudiantes en veterinaria, se requiere de animales vivos. El uso de los animales le da al estudiante una comprensión directa de cómo funcionan los sistemas, una comprensión que no se puede obtener leyendo un libro, observando un video, o con simulación interactiva.
De allí que la Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental, ha desarrollado una serie de principios que gobiernan los principios éticos de la investigación con animales. Quisiera darle lectura para que Uds reconozcan las sólidas bases que sustentan el trabajo científico.
- Todo trabajo con animales se diseñará y se realizará en consideración a su relevancia para el mejoramiento de la salud humana y animal y el avance de los conocimientos para el bien de la sociedad.
- La adquisición, cuidado y uso de los animales debe hacerse de acuerdo a las leyes y regulaciones locales, estatales y federales
- Cada institución es responsable de proveer de un proceso de revisión para asegurar que el uso de animales en la investigación y en la educación está de acuerdo con los más altos estándares éticos, humanos y científicos.
- Se debe usar el número mínimo de animales que se requieren para obtener resultados válidos. La buena ciencia demanda la selección juiciosa de métodos apropiados, ya sea el uso de animales, simulaciones en computadores, cultivos de tejidos o células.
- Los animales deben mantenerse bajo condiciones apropiadas a su especie. El cuidado medico veterinario debe estar siempre presente.
- El personal que cuida y usa animales debe ser entrenado y educado apropiadamente.
- Las prácticas científicas y consideraciones humanas requieren que todos los animales reciban una apropiada sedación, analgesia o anestesia cuando sea posible. No se debe permitir el sufrimiento severo o dolor crónico o disconfort innecesario, en esos casos, el animal debería ser eutaniazado.
En Estados Unidos, la investigación con especies mayores está regulada y supervisada por el Departamento de Agricultura, que es el equivalente a nuestro Ministerio de Agricultura. El Animal Welfare Act que regula la investigación con animales deja afuera a las ratas y ratones, siempre que hayan sido criadas para propósitos de investigación. Todas las instituciones universitarias o de investigación deben estar inscritas y son inspeccionadas regularmente por el Departamento de Agricultura. La presentación de proyectos de investigación requiere que un Comité Institucional para el cuidado y uso de animales revise:
- La identificación de la especie y el número de animales a usar.
- El razonamiento que respalda el uso de animales, la especie y el número de animales.
- La descripción completa del uso propuesto de los animales.
- La descripción de los procedimientos designados para asegurar que el dolor y el disconfort a los animales será limitado en tal extensión que no comprometa los resultados de la investigación, incluyendo la información de qué analgésico, anestésico y drogas tranquilizantes se usarán.
- La descripción de que método de eutanasia se realizará.
El CONICYT, que es la principal agencia gubernamental que patrocina y auspicia el avance de la ciencia y tecnología en Chile, a partir del año pasado sugiere que los proyectos de investigación presentados para ser financiados por Fondecyt, incluyan un informe del Comité de ética de la Facultad correspondiente. En nuestra Facultad existe un Comité de Etica que lo preside el Sr. Decano. Sin embargo, no existe un código o estándares comunes a los que se adhieran o se comprometan a cumplir todas las instituciones e individuos que trabajan con animales. Creo que es necesario que se elaboran regulaciones lo suficientemente claras y precisas para que no quede ninguna duda sobre los procedimientos a realizar tanto en la investigación como en la docencia. Pienso que este marco regulatorio debería nacer de las Facultades de Medicina Veterinaria, Lo propongo basado en lo ocurrido en los Estados Unidos. En este país, en 1957, mucho antes de todas las regulaciones federales y de la aparición de los movimientos de los derechos de los animales, los veterinarios crearon una especialidad conocida como Medicina de Animales de Laboratorio. Y luego, en 1965, en conjunto con otros investigadores, se creó la Asociación Americana para la Acreditación del Cuidado de Animales de Laboratorio (American Association for the Accreditation of Laboratory Animal Care, AAALAC), con el objetivo de "promover los más altos estándares en el cuidado de los animales, su uso y bienestar y aumentar la investigación y la docencia en las ciencias de la vida a través de los procesos de acreditación". Más aún, la American Veterinary Medical Association, institución que revisa y acredita la formación veterinaria de los Estados Unidos, en los últimos años, ha acreditado más de 50 nuevos programas de animal technitians, con una duración de 2 a 4 años, con el propósito de entrenar personal que tendrá a su cargo el cuidado y uso de animales de experimentación. Estos programas incluyen entrenamiento práctico sobre obtención de muestras de sangre, tomar rayos X, dar medicamentos, administrar fluidos, inducir anestesia, asistir en la cirugía, proveer de cuidado postoperatorio, etc.
No quisiera terminar sin antes destacar el hecho de que la contribución de los animales en la investigación científica es abrumadora y que sin ellos, no habría sido posible el avance tanto en la producción animal como en los destacados progresos en la salud humana y en la salud animal. Esto que parece una verdad que no es necesario mencionar por conocida, se refleja en los siguientes datos: el 70% de los Premios Nobel en Fisiología y Medicina se han entregado a científicos cuyos descubrimientos se basaron en trabajos en animales y que 16 premios Nobel en Fisiología antes de 1990, se consiguieron con trabajos realizados fundamentalmente en animales de granja: vacas, ovejas, caballos, cerdos o aves. Los investigadores, como exploradores que buscan respuestas a los maravillosos misterios de la vida, son los que están más preocupados del bienestar de los animales. Los científicos no están interesados en maltratar a un animal no solo desde el punto de vista humano sino que también desde el punto de vista de la calidad de la investigación: un buen sujeto de experimentación debe estar libre de dolor, bien alimentado, bien protegido, y libre de enfermedades. El no tratarlos adecuadamente, reducirá la confianza que se tiene en los resultados, y eso, ningún científico está dispuesto a aceptar. La recompensa y el gozo de entrar en lo desconocido mediante la experimentación y aportar con conocimientos que impacten en la vida y en la salud humana y animal no pueden desvirtuarse por un trato inhumano de los animales.
Chillán, 24 de septiembre de 1997.
