Especialistas de la Universidad de Concepción advierten que ciertos contaminantes ambientales podrían estar relacionados con peligro de extinción del Pingüino de Humboldt
El Pingüino de Humboldt, especie endémica que habita exclusivamente en las costas de Chile y el norte de Perú, ha dado un salto alarmante en la escala de conservación: fue reclasificado de “Vulnerable” a “En Peligro de Extinción”. Esta drástica medida constituye una evidencia contundente del crítico estado de conservación que enfrenta la especie. No se trata solo de un cambio de categoría, sino de una verdadera señal de alerta que enciende las alarmas en la comunidad científica y resuena a nivel mundial, dada la magnitud del impacto ambiental que implica la posible pérdida de esta especie.
“En Chile, a fines de los años 90, la población se estimaba en alrededor de 45 mil individuos; hoy en día, son menos de 20 mil. Actualmente existen cuatro especies de pingüinos en peligro de extinción: el pingüino de Galápagos, el pingüino de la cresta erecta, el pingüino africano y, ahora, el pingüino de Humboldt”, comentó el Dr. José Celis Hidalgo, del Departamento de Ciencia Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción.
Amenazas para la especie
Según el experto, múltiples factores podrían estar desencadenando esta preocupante situación: la gripe aviar, la pesca comercial, que reduce la disponibilidad de alimento (pues esta especie se alimenta de calamares, jibia, peces y crustáceos, los cuales son afectados por la pesca indiscriminada), la pérdida de hábitat y los efectos del cambio climático, como por ejemplo el aluvión ocurrido en 2025, que impactó la zona costera del Parque Nacional Pan de Azúcar. A estos factores se suma la contaminación ambiental, la cual también puede estar contribuyendo a la disminución de la población. “La contaminación ambiental es otro de los factores a tener en cuenta al momento de evaluar la reducción del número de ejemplares del Pingüino de Humboldt”, explicó el Dr. Celis.
En este contexto, cobra relevancia el trabajo de investigación que, desde el año 2011, desarrollan investigadores de la Facultad de Agronomía y de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción. Sus estudios se han enfocado en determinar si uno de los factores que podrían afectar a esta especie es la contaminación ambiental. Entre los contaminantes evaluados se incluyen metales pesados, microplásticos, elementos de tierras raras, y sustancias perfluoradas.
En el caso particular de los metales pesados, es importante considerar que cerca del 80% de la población de pingüinos de Humboldt en la costa norte de Chile, podría estar siendo afectada por el creciente desarrollo de actividades mineras que alteran el ecosistema de esta especie marina. Al respecto, el Dr. Celis señaló que “en 2011 detectamos una fuerte amenaza por metales pesados que afectaba las colonias de Pan de Azúcar, Isla Chañaral e Isla Cachagua, donde identificamos una alta correlación de estos metales con porfirinas; las porfirinas son un biomarcador de exposición a contaminantes, lo cual reveló en ese estudio que la exposición a metales pesados podría provocar alteraciones bioquímicas que harían a los pingüinos de Humboldt más propensos a enfermedades o parasitismo”. Dicho estudio fue publicado en Environmental Monitoring and Assessment.
En la misma línea, el Dr. Winfred Espejo, del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía de la UdeC, manifestó que “durante el 2016 realizamos análisis de metales pesados en suelos de las zonas de anidación del pingüino de Humboldt, los cuales, en todos los casos, presentaron concentraciones mayores que las registradas en la zona de referencia, resultados que fueron publicados en la revista Latin American Journal of Aquatic Research. Cabe destacar que la investigación realizada con muestras del 2016 no mostró diferencias significativas; sin embargo, un estudio posterior con muestras obtenidas en 2023, en el que participó la estudiante de Agronomía Camila Espinoza Mendoza, evidenció una diferencia significativa en los niveles de plomo. Estos hallazgos podrían estar indicando un incremento en la exposición ambiental a este metal en los últimos años, posiblemente asociado a la intensificación de actividades mineras u otras fuentes de contaminación en la zona”.
Adicionalmente, el equipo de investigación ha detectado en pingüinos de Humboldt, en sus potenciales presas y en las zonas de anidación, la presencia de otros contaminantes ambientales emergentes. Entre ellos destacan las sustancias perfluoradas, compuestos de fabricación industrial utilizados en productos como el teflón empleado en utensilios de cocina, textiles (alfombras, ropa) y diversos materiales impermeables. Estas sustancias se están dispersando ampliamente en el ambiente, generando graves riesgos tanto para la fauna como para las personas, debido a su carácter cancerígeno y disruptor endocrino. “Detectamos la presencia de sustancias perfluoradas en potenciales presas, es decir, en el alimento del pingüino de Humboldt”, explicó el Dr. Celis. Estos resultados fueron publicados recientemente en la revista Marine Pollution Bulletin.
Otro grupo de contaminantes emergentes que se han investigado corresponde a los elementos de tierras raras, cuyo uso ha aumentado con el desarrollo de la tecnología moderna (celulares, tablets, notebooks, entre otros). En este sentido, el Dr. Espejo explicó que “las concentraciones de elementos de tierras raras cuantificadas en los suelos de anidación del pingüino de Humboldt son mayores que en las áreas de referencia, aunque aún no se observan diferencias estadísticamente significativas. Es fundamental realizar una adecuada gestión ambiental para evitar que estos contaminantes emergentes se incrementen en los ecosistemas terrestres y marinos”.
El equipo también ha evaluado la presencia de microplásticos. “Recientemente, a través de la tesis del estudiante de Agronomía Alberto Tejeda, se evidenció la presencia de microplásticos en los suelos del área de anidación del pingüino de Humboldt, los cuales mostraron concentraciones mayores que las registradas en las áreas de referencia”, agregó el Dr. Espejo. Estos resultados están a la espera de ser publicados.
Finalmente, los expertos concordaron en que estos hallazgos evidencian que la crítica situación del pingüino de Humboldt es un claro reflejo de los efectos acumulativos de la actividad humana sobre los ecosistemas costeros. La presencia de metales pesados, contaminantes orgánicos persistentes, microplásticos y elementos de tierras raras en su entorno demuestra que las amenazas a la especie van más allá de los factores biológicos o climáticos, involucrando directamente la degradación ambiental. Frente a este escenario, la investigación científica se vuelve esencial para comprender el impacto real de estos contaminantes, y diseñar estrategias de mitigación efectivas. La conservación del pingüino de Humboldt no solo implica proteger a una especie emblemática, sino también resguardar la salud de los ecosistemas marinos y terrestres donde habitan, ya que incluso los efectos podrían llegar a afectar a los humanos.



































